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Mauricio Pozo

¿De vuelta al FMI?

Por Mauricio Pozo Crespo

mpozo@hoy.com.ec

Caen las remesas de forma acelerada, las exportaciones petroleras se reducen significativamente, las exportaciones no petroleras disminuyen, la inversión extranjera es marginal y el crédito externo se cierra en unos casos y se restringe en otros. Al mismo tiempo, salen capitales y las importaciones siguen creciendo aunque con cierta tendencia a desacelerarse, no por las restricciones sino por la recesión. La consecuencia de esto es un serio problema de liquidez para toda la economía y en particular para el presupuesto del Estado.

Los depósitos del Gobierno en el BCE se reducen de forma acelerada en los últimos meses, esto es, más de $1 000 millones, las reservas internacionales bajan más de $2 000 millones en dos meses, los depósitos bancarios disminuyen más de $500 millones en enero pasado. Más señales que confirmen el inicio de un serio problema de liquidez no son necesarias.

El país está abocado a una necesidad de recursos y estos solo pueden venir del exterior Lamentablemente, uno de los puntos más débiles del Gobierno es precisamente el sector externo, no tanto por el deterioro de las cuentas externas, sino por el grave deterioro de le imagen externa del país por todos los eventos que se han presentado a lo largo de estos dos últimos años. Expulsiones de representantes de organismos internacionales y de funcionarios diplomáticos en nuestro país, amenazas a compañías extranjeras que operan en Ecuador, múltiples procesos de arbitraje entre el Gobierno y compañías extranjeras, apoyo a gobiernos externos seriamente cuestionados en países con los que sí hemos tenido una larga y favorable relación y, recientemente, el desconocimiento de una parte de la deuda externa comercial. Todos ellos configuran un abanico de ejemplos.

No existe otra manera de acceder a créditos del exterior que no sea la normalización de las relaciones internacionales y esto es posible mediante el cabal cumplimiento de nuestros compromisos externos. El país violentó convenios firmados al declarar la moratoria de deuda. El Ecuador no pagó porque no quiso, por razones ideológicas y políticas, no porque no tenía la plata. Eso, en el exterior, se ve como una actitud de repudio de la deuda y de mala fe. Que se paguen los bonos Global 15 o inclusive los bonos Global 30 sin arreglar el impago de los bonos Global 12 no cambia en nada la situación de incumplimiento. Por lo tanto, pensar con ello que los organismos internacionales van a acceder a prestarle al Ecuador es bastante más que una ilusión óptica, es un desconocimiento de cómo operan las relaciones externas. Probablemente continúen entregando fondos atados a proyectos específicos, pero dinero de libre disponibilidad fiscal se ve imposible. Sin embargo, el FMI y el Banco Mundial y el BID podrían apoyar con mayores recursos al Ecuador pero si se rectifica el manejo económico y se corrige la política de administración de la deuda. Nadie más presta. Una crisis internacional que cierra las opciones de crédito en bancos y Gobiernos deja como casi única alternativa el crédito de los organismos internacionales.

Hora GMT: 23/Febrero/2009 – 05:07

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